Miciu Georg
Austríaco de nacimiento (1946) y patagónico por adopción; lleguó al país a los tres años, traído por sus padres que habían sentido de cerca los estragos de la guerra. Su niñez entre las dunas de Gesell marcaron su amor por la naturaleza y luego de muchas mudanzas vivió un tiempo en la localidad de City Bell cerca de donde está el parque Pereyra Iraola; allí exploró los entretelones de la luz y produjo gran cantidad de acuarelas. El gusto por la música cultivado por su madre lo llevó a estudiar en el Conservatorio Gilardo Gilardi de La Plata, con el maestro Adalberto Tortorella, quien contribuyó a su formación global en el arte.
Con la tutela artística paterna recorrió y pintó en el sur argentino.Hermes Replica Bags Y en múltiples viajes estudió a los grandes maestros de la pintura, viendo obras en museos y colecciones de Sudamérica, Estados Unidos, Canadá, México, Medio Oriente y Europa. Simultáneamente perfecciona la técnica de pintura “au plein air” y adopta la espátula como herramienta. Con exposiciones personales se presenta en Jerusalén, París, Stuttgart, Barcelona, Granada, mostrando obras que reflejan la Patagonia.
Casado y con los replicas relojes primeros hijos pequeños reside cuatro años en España donde expone en distintas ciudades. De esa estadía es el rescate gráfico mediante la pintura de pastores, rebaños y rincones andaluces hoy desaparecidos de Granada.
De vuelta en Argentina habita en las sierras cordobesas. En 1990 en Villa Giardino se inauguró la Sala de Georg junto a Jorge Bonzano, amigo y colaborador, para albergar la obra artística y luego se radica en San Martín de los Andes donde vive en la actualidad. Posteriormente alterna exposiciones en Rosario, Córdoba, Buenos Aires, Bariloche, Mar del Plata y ciudades del exterior como Granada, Almería, San Francisco y Montesito (California) con las que suman cerca de trescientas muestras individuales.
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