Se inicia mañana en New York una nueva ronda que promete recaudar a lo largo del mes 2500 millones de dólares y tiene como desafío superar los 2700 martillados en mayo pasado.
El primer acto corresponde a Sotheby`s que sube a tarima 77 obras maestras de la colección de Alfed Taubman (de un total de 500 que ofrecerá), por las que estimo recaudará algo más de 500 millones. A la cabeza Picasso, Modigliani, Degas, Toulouse L. Mattisse, De Kooning, Rothko y Johns.
Taubman fallecido hace unos meses, hizo su fortuna desarrollando shopping centers. En 1983 compró Sotheby`s y fue su CEO. En el año 2000 la convirtió en una compañía pública que cotiza en Wall Street. Durante seis décadas fue un coleccionista ecléctico de buen ojo.
Sus herederos virtualmente licitaron la venta de la colección entre los dos gigantes. En la victoria de Stby`s la garantía de 500 millones fue clave.
La práctica de asegurar a los remitentes un valor mínimo por una obra, o un conjunto de ellos fue discretamente usada por las rematadoras para asegurarse lotes estrellas. Fue cuestionada, pero lo que determinó su abandono, a principios de la presente década, fue la explosión de la burbuja del mercado que dejó serios quebrantos en sus balances.
Con la recuperación del mercado reapareció en forma creciente sobre todo en obras de alto precio de arte moderno y de postguerra.
A lo largo de este mes más de 1000 millones de dólares aseguran la venta de los lotes top. “Nu Couché” el Amadeo Modigliani de 1917 acá reproducido, que Christie`s sube a martillo el próximo lunes tiene un pretendiente que garantiza cien millones.
El abanico de garantías es amplio. A partir de los cuestionamientos una serie de símbolos en los catálogos “aclaran” la situación de cada lote.
Con ellos la casa rematadora anuncia que, por sí, o asociada a un tercero, ha garantizado al dueño de la obra un valor mínimo por ella o por un conjunto. Puede alternativamente contar con una oferta irrevocable de un tercero, que remunerará en caso de no ser exitosa. Puede eventualmente ser propietaria en parte o todo el lote, o tener algún interés en la misma.
En qué medida estas prácticas distorsionan la trasparencia de las ventas públicas es difícil de decir. En mi opinión segmentos como los de los Old Masters o los Impresionistas en los que las garantías son menos frecuentes el mercado es más sano y por lo tanto más confiable. Por supuesto que los records son más esporádicos y dan menos material a la prensa, pero tampoco generan burbujas.
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