Butler Fray Guillermo
Pese a que comúnmente se lo da como nacido en Córdoba el 14 de diciembre de 1880, hay versiones que dicen que vino al mundo en Italia. Murió en Buenos Aires el 17 de julio de 1961.
Hijo de Guillermo Butler, irlandés, y de MarÃa Batto, italiana. Desde niño mostró extraordinaria predilección por la pintura, para la que poseÃa notables aptitudes. Su nombre era Juan, pero adoptó el de Guillermo al ingresar, en 1896, en la Orden de Predicadores de Santo Domingo de Guzmán.
En 1907 se ordenó y poco después inició sus estudios de pintura con Emilio Caraffa y Honorio Mossi. En 1908 viajó a Europa realizando estudios de perfeccionamiento en Francia, España, Italia, Gran Bretaña y Alemania. Fue discÃpulo de los maestros de la Academia Lucien y Desiré Lucas.
Regresó a la Argentina en 1915, residiendo en Buenos Aires, pero viajó en diversas oportunidades a Europa y a Estados Unidos, realizando exposiciones de sus obras en las principales ciudades.
Fundó la Escuela de Arte Cristiano y Academia Beato Angélico; fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y profesor en el Colegio Lacordaire. Concurrió al Salón Nacional desde 1915, obteniendo el Premio de Pintura en 1925.
Cultivó la pintura de tema religioso, la figura y el paisaje. Realizó vitrales en la capilla del colegio de la Anunciata, la iglesia del Salvador de Buenos Aires, el convento de Santo Domingo donde residÃa, oratorios privados, etc.
Sus paisajes de las serranÃas de Córdoba, donde pasaba largas temporadas (en el convento de los dominicos de La Estancita) tienen un marcado simbolismo espiritual. En la obra que acá presentamos los cipreses buscan el cielo de donde procede la luz.
Se halla representado en Museo Nacional de Bellas Artes, en el Provincial de Santa Fe, en el de Córdoba y en el de Tucumán.
Hijo de Guillermo Butler, irlandés, y de MarÃa Batto, italiana. Desde niño mostró extraordinaria predilección por la pintura, para la que poseÃa notables aptitudes. Su nombre era Juan, pero adoptó el de Guillermo al ingresar, en 1896, en la Orden de Predicadores de Santo Domingo de Guzmán.
En 1907 se ordenó y poco después inició sus estudios de pintura con Emilio Caraffa y Honorio Mossi. En 1908 viajó a Europa realizando estudios de perfeccionamiento en Francia, España, Italia, Gran Bretaña y Alemania. Fue discÃpulo de los maestros de la Academia Lucien y Desiré Lucas.
Regresó a la Argentina en 1915, residiendo en Buenos Aires, pero viajó en diversas oportunidades a Europa y a Estados Unidos, realizando exposiciones de sus obras en las principales ciudades.
Fundó la Escuela de Arte Cristiano y Academia Beato Angélico; fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y profesor en el Colegio Lacordaire. Concurrió al Salón Nacional desde 1915, obteniendo el Premio de Pintura en 1925.
Cultivó la pintura de tema religioso, la figura y el paisaje. Realizó vitrales en la capilla del colegio de la Anunciata, la iglesia del Salvador de Buenos Aires, el convento de Santo Domingo donde residÃa, oratorios privados, etc.
Sus paisajes de las serranÃas de Córdoba, donde pasaba largas temporadas (en el convento de los dominicos de La Estancita) tienen un marcado simbolismo espiritual. En la obra que acá presentamos los cipreses buscan el cielo de donde procede la luz.
Se halla representado en Museo Nacional de Bellas Artes, en el Provincial de Santa Fe, en el de Córdoba y en el de Tucumán.