Presas Leopoldo
Leopoldo Presas (1915-2009)
Su biografÃa está ampliamente difundida y es accesible para todos. En consecuencia la obviamos.
Repreduzco en cambio el prólogo de la exposición que organizamos en Colección Alvear como homenaje al año de su partida.
"Con el querido Presas habÃamos programado esta exposición el año pasado, cuando cumplió sus 94 años. DebÃa ser inaugurada en julio último.
El buen Dios quiso que antes de hacerlo, Toto partiera de este mundo, dejando un vacÃo irreparable entre sus amigos y en el arte argentino. Sentimos entonces la necesidad de respetar, a modo de duelo, ese vacÃo.
La presentamos ahora, a un año de su alejamiento, como tributo al Maestro. Su legado fue su vida entera: una vida integra, consagrada a su pintura y honrada por un amor cotidiano prodigado a cuantos lo rodeaban. Amor surgido de un corazón grande y generoso como hemos conocido pocos.
No tiene esta exposición pretensión de abarcar sus siete décadas de producción que arrancan a fines del treinta, en el Orión; no están acá sus obras monumentales. Se trata en cambio, de una finÃsima selección que incluye sus mujeres, sus puertos, las flores y sus carbonillas y alguna obra de ParÃs.
Música de cámara como dirÃa el propio maestro, presentada en la misma sala dónde expuso en la última década y dónde un lustro atrás celebramos su cumpleaños número noventa.
Conlleva nuestro agradecimiento a quien en vida nos honró con su amistad y por siempre nos ha de deslumbrar con su obra".
Su biografÃa está ampliamente difundida y es accesible para todos. En consecuencia la obviamos.
Repreduzco en cambio el prólogo de la exposición que organizamos en Colección Alvear como homenaje al año de su partida.
"Con el querido Presas habÃamos programado esta exposición el año pasado, cuando cumplió sus 94 años. DebÃa ser inaugurada en julio último.
El buen Dios quiso que antes de hacerlo, Toto partiera de este mundo, dejando un vacÃo irreparable entre sus amigos y en el arte argentino. Sentimos entonces la necesidad de respetar, a modo de duelo, ese vacÃo.
La presentamos ahora, a un año de su alejamiento, como tributo al Maestro. Su legado fue su vida entera: una vida integra, consagrada a su pintura y honrada por un amor cotidiano prodigado a cuantos lo rodeaban. Amor surgido de un corazón grande y generoso como hemos conocido pocos.
No tiene esta exposición pretensión de abarcar sus siete décadas de producción que arrancan a fines del treinta, en el Orión; no están acá sus obras monumentales. Se trata en cambio, de una finÃsima selección que incluye sus mujeres, sus puertos, las flores y sus carbonillas y alguna obra de ParÃs.
Música de cámara como dirÃa el propio maestro, presentada en la misma sala dónde expuso en la última década y dónde un lustro atrás celebramos su cumpleaños número noventa.
Conlleva nuestro agradecimiento a quien en vida nos honró con su amistad y por siempre nos ha de deslumbrar con su obra".